¿Son recomendables los manguitos y flotadores? – Cuidados del niño en el agua

Desde que tus pequeños tienen edad para comenzar a nadar es necesario utilizar protección. Especialmente si hay niños pequeños, y sobre todo si es un viaje a la playa o a la piscina. Mientras más preparados vayan, más seguridad habrá. En el caso de los flotadores, son de gran utilidad siempre y cuando sean adecuados y sepas cómo utilizarlos. ¡Aprende todo lo que tienes que saber acá con nosotros!
- ¿Cuál es la función de los manguitos y flotadores?
- ¿Qué tan seguros son los manguitos y flotadores para los niños?
- ¿De qué tipo de materiales están hechos los manguitos y flotadores?
- Desventajas de los manguitos y flotadores cuando el niño está en el agua
- ¿Por qué los elementos inflables no son los más seguros para el niño en el agua?
¿Cuál es la función de los manguitos y flotadores?
Los manguitos o flotadores funcionan para proteger a los niños o personas que no sepan nadar cuando están sumergidos en el agua. Al apoyarse sobre ellos el cuerpo permanece a flote y no se hunde.
Existen muchos tipos, tamaños y formas de flotadores. Así que tendrás muchas opciones de las cuales escoger, siempre y cuando te asegures de elegir el indicado para tus hijos.
También debes considerar: el material con el que está fabricado, su calidad, el tiempo de vida útil y las instrucciones para utilizarlo. Recuerda que los flotadores son para diversión bajo el agua, así que la vigilancia nunca puede faltar para protegerlos.
¿Qué tan seguros son los manguitos y flotadores para los niños?
Como padres responsables, deben tener en cuenta que los manguitos y flotadores para niños no son totalmente seguros. Es un instrumento destinado a la diversión, y no la seguridad.
El primer y más grave error de los padres es pensar que los niños estarán 100% seguros con ellos, y no es así. Un manguito no evita accidentes como ahogos o hundimiento, solo reducen la posibilidad.
No obstante, si el cuerpo del niño se desliza o se sale del flotador, no habrá mucho que hacer al respecto. Por eso, es de vital importancia que los padres mantengan una constante vigilancia y cuidados sobre sus hijos a pesar de tener los flotadores.
Por otra parte, si lo que quieres es una manera para mantener seguros a tus hijos bajo el agua, te recomendamos que utilices chalecos salvavidas, cinturones inflables, o churros para flotar.
¿De qué tipo de materiales están hechos los manguitos y flotadores?
Los flotadores y manguitos utilizados para flotar en el agua están fabricados con materiales como el plástico o el corcho. Suelen ser muy compactos y evitan que la persona que los utilice se hunda en el agua.
En la mayoría de los modelos de flotadores, el material se presenta con una doble capa que aumenta su resistencia, durabilidad y flotabilidad. Además, todos cuentan con una válvula por donde se introduce o sale el aire cuando se abre o se cierra. Es importante mantener en perfecto estado dicha válvula, para evitar que el aire se escape estando dentro del agua. De lo contrario el flotador perdería aire y el niño se hundiría rápidamente en el agua.
Desventajas de los manguitos y flotadores cuando el niño está en el agua
A medida que tu pequeño crezca, te darás cuenta de que uno de los juguetes playeros que más le gustarán son los flotadores. Sin embargo, tú como padre debes estar consciente de las desventajas o peligros que puede traer el uso de un flotador si no se tiene cuidado al utilizarlo.
Se dan vuelta fácilmente
Una de las mayores desventajas de los flotadores o manguitos, es su poca estabilidad. Es muy fácil volcarse hacia adelante o los lados con uno de estos. Especialmente porque no suelen ser tan grandes como para soportar el peso entero del cuerpo.
Pueden pincharse rápidamente
Los flotadores son resistentes, pero a la vez muy frágiles cuando se trata de terminaciones puntiagudas. El material con el que están fabricados está altamente propenso a romperse al entrar en contacto con alguna superficie afilada o rugosa.
Este detalle es muy importante, porque a veces los agujeros suelen ser tan mínimos que el aire tarda horas en salir completamente. Esto podría ocasionar que el niño entre en el agua, y que poco a poco su flotador vaya perdiendo aire. Tarde o temprano el niño estará completamente desprotegido y en riesgo de hundirse.
Es posible que se salgan del cuerpo del niño
Entrar y salir de un manguito o flotador es muy fácil. Pero esto puede ser una gran desventaja, especialmente si el niño se encuentra en constante movimiento dentro del agua, porque el flotador podría salirse de su cuerpo.
Al estar fabricados con un material ligero, y al estar llenos de aire, un flotador fácilmente se va a la deriva y el niño será incapaz de tomarlo otra vez para meterse dentro de él. Así que es importante que los pequeños sepan cómo aferrarse a ellos en el 100% de las veces.
Limitan el movimiento de los brazos
Finalmente, los padres deben saber que los flotadores o manguitos no son instrumentos para aprender a nadar ni flotar. El movimiento de los niños es muy limitado, especialmente en los brazos. Dificulta la acción de dar brazadas para nadar porque el flotador queda ubicado justo debajo de los brazos del niño, dejando un espacio muy amplio entre el material, sus brazos y el agua.
¿Por qué los elementos inflables no son los más seguros para el niño en el agua?
A pesar de que la estimulación en el agua para los bebés y niños es importante, siempre debe ir primero la seguridad y los flotadores no son los más seguros para ellos. Especialmente cuando tienen el tamaño incorrecto para tu pequeño.
Hay muchos factores que vuelven a los flotadores muy inseguros: inestabilidad, fragilidad, diseño poco ergonómico y todo ello lo tienes que tomar en cuenta al momento de adquirir uno para tus pequeños.
No son recomendables utilizarlos sin supervisión ni siquiera estando en una piscina. Estos son destinados a uso recreacional en todas las veces, y no son adecuados para enseñar a nadar o a flotar a los niños.
Si quieres estar más tranquila y proteger más a tus hijos dentro del agua, te aconsejamos adquirir productos más adecuados como los chalecos o flotadores para los brazos. Aunque su mayor protección siempre será aprender a nadar.